La pérdida bruta, incluyendo los gastos de reestructuración, pasó de 83 millones a 1.043 millones de euros, lo que representa un aumento de más del 1.100 por ciento.
La pérdida operativa se multiplicó por 800 para situarse en 1.018 millones de euros.
Las ventas en ese período fueron de 6.788 millones de euros, un 40 por ciento menos que el año anterior.
Sony Ericsson vendió 57,1 millones de teléfonos móviles en 2009, un 40 por ciento menos, y el precio medio de venta por unidad subió de 116 a 119 euros.
En el cuarto trimestre del año, la pérdida neta se redujo un 11 por ciento, pasando de 187 a 167 millones de euros.
La pérdida bruta, incluyendo gastos de reestructuración, pasó de 261 a 190 millones de euros.
La pérdida operativa se contrajo un 31 por ciento y se situó en 181 millones de euros.
La facturación cayó un 40 por ciento, de 2.914 millones a 1.750 millones de euros.
El número de teléfonos vendidos descendió un 40 por ciento para alcanzar los 14,6 millones, mientras que el precio medio de venta por unidad fue de 120 euros, un euro menos que en el mismo período de 2008.
Durante 2008, Sony Ericsson se aseguró fondos externos por valor de 455 millones de euros para reforzar su balance y mejorar su liquidez, de los que 350 millones han sido garantizados por las compañías matrices al 50 por ciento y sólo se han utilizado por el momento 255 millones del total.
Sony Ericsson informó de que continúa con su plan, iniciado a mediados de 2008, para reducir costes por valor de 880 millones de euros, calculando el regreso a beneficios en la segunda mitad de 2010.
Desde la puesta en marcha de este programa la compañía ha reducido su plantilla en 2.500 trabajadores hasta 9.100 empleados y ha usado 339 millones de euros en gastos de reestructuración, que se espera se mantendrán dentro de los 500 millones totales calculados con anterioridad.